La Barrica de la Oca

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lunes, 28 de julio de 2008

La Villa de Riaza

Los primeros datos de Riaza son de los siglos XI-XII. Es en esta época en la que encontramos indicios más claros del posible origen de esta Villa. Esto no quiere decir que anteriormente no hubiera habido nadie por estas tierras, se conoce que tribus de la antigüedad y movilizaciones militares estuvieron por la zona pero fue con carácter estacional, no creandoun núcleo estable de población.Es durante el Reinado de Alfonso VI con la conquista de Toledo (1085), este ordena la repoblación de Salamanca, Ávila, Segovia, Cuellar, Sepúlveda, etc. Entre los objetivos de esta repoblación estaba el favorecer la integración de las tierras recién conquistadas a los musulmanes.A finales del siglo XI, fueron repobladas Ayllón y Maderuelo el responsable de esta repoblación fue García Ordóñez.Pese a no existir testimonios escritos al respecto, se cree que es este el momento en que surge cerca del río Aza una aldea de población escasa aunque permanente, que mas tarde sería llamada Riaza. Los encargados de esta repoblación fueron seguramente leoneses, Cántabros y asturianos, pues eran los pueblos que acompañaban a los reyes en sus conquistas.La forma normal de ocupación era arar por primera vez los terrenos abandonados, sembrarlos de cereales y tomar posesión de la tierra.Los terrenos fueron repartidos en grandes términos municipales, al frente de los cuales se colocaban concejos que controlaban el área bajo su dominio. Estos municipios y sus territorios aceptaban a todo aquel que quisiera poblar sin tener en cuenta su procedencia o su condición social.En 1139 el rey Alfonso VII dona al Obispo de Segovia, una aldea de herreros situada entre Fresno y Sepúlveda, pasando a ser esta villa de dominio eclesiástico. Sus habitantes quedan exentos de hacer servicio alguno y no pagan tributo a nadie que no fuera el Obispo. Esta villa quedaba libre de la dependencia de Fresno y el rey autorizaba a los habitantes la explotación de minas y filones sin tener que pagar tributos a otros pueblos.Realmente no es hasta el año 1235 cuando encontramos la denominación de Riaza como tal. El nombre de Riaza aparece en la pesquisa hecha por Gonzalo Abad (Alcalde del rey Fernando III) con motivo de las disputas entre Sepúlveda y Fresno por asuntos de montes y pastos.Desde 1139 a 1430 la villa sigue siendo de señorío eclesiástico, pero en esta fecha Juan II compra la Villa de Riaza al Obispo deSegovia Don Juan de Tordesillas. Solo dos meses estuvo Riaza en poder de Juan II, pues el 28 de Agosto de ese mismo año, el rey traspasó la villa al Condestable Don Álvaro de Luna, por la misma cantidad de dinero que a él le había costado.Durante la época que la villa perteneció a Don Álvaro de Luna esta gozó de grandes privilegios legales en lo que respecta a los aprovechamientos naturales de la sierra.En 1453 el rey Juan II, cansado de la soberanía de su antiguo Condestable, ordena su ingreso en prisión y su procesamiento, siendo ejecutado posteriormente el 5 de Julio en Valladolid. Moría pues Don Álvaro de Luna con 63 años.Todas las propiedades de Don Álvaro de Luna fueron confiscadas y su hijo sólo conservó el Condado de Santiesteban cedido anteriormente por su padre.A partir de entonces, la historia de la Villa de Riaza esta ligada a la de los demás pueblos. Pertenece a la casa de los Villenas hasta 1470, porque la nieta de Don Álvaro de Luna se casó con un hijo de los Condes de Villena pero a finales del siglo XV y principios del XVI era dueña la Duquesa Doña María de Velasco.En 1527 era Señor de Riaza Don Diego de Cárdenas, Adelantado Mayor del Reino de Granada, que tuvo el señorío en usufructo hasta 1536, que pasa a manos del Duque de Maqueda hasta el 6 de agosto de 1811, en las Cortes de Cádiz se abolieran los señoríos. (Constitución aprobada el 19 de Marzo de 1812, conocida como "LA PEPA".)Durante la Edad Media y principios del siglo XIX se sucedieron las disputas con Sepúlveda por el aprovechamiento de los bosques, pastos y aguas, hasta que en 1844 el gobernador civil de Segovia ordenó la división de los bienes de la Comunidad que ambos pueblos formaban, mediando en esta división Fresno.

lunes, 23 de junio de 2008

Leyenda de María del Salto

Este hecho ocurrió durante el reinado de Fernando III. Vivía en Segovia una joven llamada Esther que a pesar de ser judía se sentía atraída por la religión de Cristo. Algunos judíos lo descubrieron y no descansaron hasta buscar una excusa para castigarla.

Consiguieron con ayuda de la mujer de un hidalgo y falsos testigos acusarla de ser la amante de su esposo. La ley judía castigaba este pecado con la muerte por lo que fue hecha prisionera y llevada hasta unas peñas para ser despeñada.

Cuando la empujaron, Esther se encomendó a la Virgen de la Fuencisla. Mientras caía apareció una paloma que la ayudó a descender lentamente posándose sobre el suelo sin sufrir ni un rasguño.

Tras el milagro le pusieron el nombre de María del Salto y a partir de ese momento se dedicó al cuidado de la Virgen de la Fuencisla.

viernes, 23 de mayo de 2008

Villar de Sobrepeña

Existen asentamientos en torno a Villar desde la Prehistoria. Aprovechando tanto las facilidades recolectoras que ofrecen ambos ríos para el ser humano (caza, pesca, recogida de frutos), como las distintas oquedades de la roca a modo de viviendas. Los cráneos Cro-Magnon encontrados en la cueva "el Tisuco", cerca de Sepúlveda son ejemplo de ello.El conocimiento y mejora de la agricultura posibilitó la mayor transición que la raza humana ha conocido hasta la actualidad, el paso de una economía recolectora a otra productora. Este hecho hizo posible que los seres humanos abandonaran sus costumbres nómadas por otras más estables, dando lugar a los primeros núcleos de población.Los ríos Duratón y Marijave no debieron ser una excepción en esta evolución del hombre, sino más bien otro pequeño eslabón hacía ella. El cañón del río Duratón es testigo mudo de este proceso, ya que escondidas entre las oquedades de las rocas se vislumbran, desafiando al tiempo, increíbles pinturas rupestres que tanto por su calidad como por su cantidad sólo pueden conocer el calificativo de excepcionales.
De difícil precisión cronológica (IV milenio- I milenio a.C.) y de marcado carácter esquemático, fueron realizadas con tintes rojos y negros, ayudándose con las disoluciones calcáreas que desprende la roca. Estas pinturas pueden encontrarse dispersas ( puntos, soles o lunas) o bien concentradas representando escenas de animales, caza, grupos de hombres, etc., siempre al refugio de los abrigos que el río Duratón concede a lo largo de su cañón; ejemplo de todo ello son: La solapa del águila, Molinilla o el Juego de la Chita, cerca de la Fuencaliente, fuente de agua que servía hasta hace pocas décadas como lavadero y manantial al Villar de Sobrepeña.Estas primeras representaciones artísticas son producto de pueblos nómadas o de pequeños asentamientos preibéricos y no será hasta la llegada del mundo Celta, cuando se pueda hablar de núcleos de población estables. Son los llamados Castros.
Con el declive y posterior caída del Imperio Romano llegan a Hispania pueblos germánicos como Suevos, Vándalos y los más evolucionados de todos ellos los Visigodos, que mantendrán parte de la cultura y sociedad romanas, constituyendo una dinastía monárquica que dominará la península hasta la llegada árabe.El cañón del río Duratón ha llamado la atención del hombre, como ya hemos visto, desde el principio de los tiempos, no sólo por los beneficios que presenta, sino también por ese haz sobrenatural que recorre cada uno de sus riscos, proporcionando el recogimiento necesario para acercar el alma hacía un mundo místico y religioso, que atrajo en esta época a una gran cantidad de anacoretas y sabios a su cauce. Cuevas como la de las brujas, la del Gemen o la más conocida de todas , la de los Siete Altares sirvieron como cobijo para sus estudios, mediciones...Destacaron entre estos sabios-eremitas Frutos y sus hermanos Valentín y Engracia. Precisamente la subida a los altares del primero propició la creación del priorato del mismo nombre que unido a las ermitas de sus hermanos, el convento de la hoz y San Julián comprenden las construcciones religiosas que se conocen alrededor del río Duratón. Los reinos cristianos en su avance hacia el sur y por motivos militares, se ven obligados a refortificar y repoblar las plazas reconquistadas. Para atraer a los colonos, los reyes cristianos conceden a poblaciones fronterizas una serie de privilegios económicos y sociales que quedan reflejados en los fueros de comunidad y villa, el fuero breve de Sepúlveda es el más antiguo escrito que se conoce (1076). En él quedan reflejados tanto los límites y aldeas que lo constituyen como el nombre de los infanzones dueños de la tierra.

La provincia de Segovia fue repoblada con personas procedentes del norte de la península (astures, gallegos, vascos) que se agruparon, por lo general, en pequeñas aldeas (no más de cinco vecinos) muy cercanas entre sí, intentando aprovechar las tierras fértiles y los manantiales de agua circundantes. En el Villar de Sobrepeña se conserva en la memoria la creencia de una procedencia cántabra.La toponimia actual de los pueblos segovianos procede de esta época y en el término municipal del Villar de Sobrepeña hay una buena cantidad de nombres que indican construcción (Las Casas, Casacaida, etc.). Tanto estos indicios como el recuerdo en la memoria colectiva, dan crédito real a la existencia de una serie de aldeas anejas al Villar de Sobrepeña. Una de estas aldeas debió estar situada en la lastra casar (cerca de las escuelas), llamada "Casar de Sancho" y que probablemente se aprovecharía de agua del pozo cercano. Otra de ellas fue "Casar de Don Rodrigo" (Casanrodrigo), nombre idéntico al de la senda que sale del Villar con dirección sureste y que estuvo situado muy cerca del linde con Consuegra. La tradición oral, no sólo recuerda la situación de estas dos aldeas, sino también de otras, una en el lugar hoy llamado los palomares y otra cerca del enebrón. Parece ser que todas estas pequeñas poblaciones tenían por costumbre ir a oír misa los domingos al Villar. En la entrada de la sacristía hay una inscripción fechada en el Siglo XVII, por lo que se puede pensar que con anterioridad, ya existía una edificación religiosa a modo de capilla o cripta en la actual Iglesia.

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